Uno de los regalos más importantes y duraderos que les podemos hacer a nuestros hijos o seres queridos, incluso a nosotros mismos es su sentido positivo de sí mismo. Sin este aspecto, los niños crecen negativos, dependientes, nerviosos, con sentimiento de inferioridad, más influenciables por los demás y con más probabilidad de generar adicciones. Para ayudar a los niños a sentirse bien consigo mismos, hacer amistades, tratar a los demás con sensibilidad, celebrar la diversidad y aceptar cambios proponemos algunas estrategias a poner en práctica como educadores: Aceptar a los niños por lo que son. Sin juzgar exceso y permitiendo desarrollar sus opiniones y potencialidades, no las que a nosotros nos gustaría que tuvieran. Tratar los niños como individuos: apreciar sus diferencias, no comparar, potenciar las diferencias sin sentirse superiores o inferiores que los demás. Facilitar que hablen de ellos mismos y de su mundo íntimo: saber de ellos, de sus familias, de sus mascota
Gracias por publicarlo.
ResponderEliminarUn saludo y buen fin de semana